lunes, 18 de octubre de 2010

Lea y meta esto en su cerebro

"¿Por qué te premian? ¿Porque ya eres suficientemente viejo? ¿Por qué ya lo que dices son puras boludeces y tus dichos perdieron filo, agudeza, desparpajo, y te repites como un viejo gagá que no dice nada nuevo ni nada que escandalice? ¿Por eso te premian, porque la lengua te la comieron los ratones? O, mejor dicho, ¿porque tu lengua se pudrió, de desprendió, añeja, agria, inútil?"

Nibaldo Mosciatti


Es un buen discurso, podrían leerlo entero y de paso integrarlo también. Lean.
No recogí el mejor trozo del texto, ya me ganaron, pero es el que mas tiene significado para mi en este momento. A mi no me puede pasar, no me va a pasar.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Todo a la vez

He encontrado algo, no se si tiene algún sentido o utilidad mas que desatar recuerdos. Lo he encontrado ojeando cuadernos, deslizando mis dedos por las páginas blancas mientras intento descubrir el tacto de nuestras caligrafías mezcladas en desorden. Tacto que por su puesto, he olvidado. Paso el índice por una única línea de lápiz grafito y letra cuadrada que no logro recordar cuando fue escrita. Cambio la hoja y acaricio un dibujo de extrema simpleza a un costado de la página, lápiz grafito, trazos gruesos y confiados, es siempre el mismo autor. Ese dibujo me recuerda a una figura que está guardada, oculta a solo un par de movimientos. Sé exactamente en donde se encuentra, su aspecto, su posición, su estado actual, probablemente cubierta de polvo. Quiero alcanzarla. Pero dudo. Mis sentimientos inconexos intentan juntarse al igual que mis deseos, víctimas del mismo mal y no se si levantarme en busca del objeto o dejarlo en la oscuridad.

Los papeles y cuadernos se desparraman por el piso al ponerme de pié. La puerta está cerrada, y apenas poso una mano en la áspera superficie de madera pintada de blanco me asaltan los recuerdos. Vuelvo a dudar. Intento alejar esas imágenes pero se vuelven una enorme marejada, y yo, parada al borde de la playa no soy capaz de detener ni las mas pequeñas olas. Es demasiado tarde. Víctima de los errores, estoy de pié frente a la puerta sin poder despegar la mano de esta, alzo la otra hasta el interruptor y me refugio en la penumbra. No veo nada, excepto cuando pequeños y rápidos destellos de la luz exterior iluminan el lugar a mis espaldas, pero los ojos, así como todo nuestro ser, se acostumbra hasta las mas adversas circunstancias.

Abro la puerta despacio, como siempre emite un solo crujido violento que me parece puede ser oído incluso en el exterior. Se que está ahí, refugiada por la oscuridad, puedo sentirlo. No necesito mis ojos así que llevo una mano hasta la repisa. Se que estas ahí. Un destello artificial proveniente de la ventana abierta se cuela en el espacio oscuro, localizo su ubicación y arrastro los dedos hasta que la encuentro.

...Y la cojo en mis brazos.

Acaricio su espeso cabello negro y como tantas otras veces, le deslizo ese mechón rebelde tras la oreja. Acaricio su cintura, su rostro, sus mejillas, sus labios. Con un suspiro me acerco y le arrebato un beso que ella responde, con cierta timidez al principio, con recelo, como si me reprochara haberla mantenido en la oscuridad por tanto tiempo, pero luego la invade una inesperada confianza y despojo. Me abandono a ese momento, la música que no recuerdo haber encendido suena con suavidad y se entremezcla con caricias y besos. Ella comienza a susurrar palabras en mi oído que no encuentran sentido y deseo que se calle, o que al menos diga algo real, algo que tenga sentido, no solo palabras falsas que intenten adormecerme. Entonces sin previo aviso, el frío se cuela por la ventana y me eriza la piel ¿o es la suya?, y entonces otro destello artificial de luz amarillenta ilumina la estancia por un segundo eterno.

...Y te cojo en mis brazos.

Tu cuerpo inerte y liviano cuelga de mi, tu corazón se aleja de tu cuerpo y rueda hasta el suelo. Tu cabeza, en un mal movimiento se desprende y sigo con la vista su recorrido por la alfombra. Desde ahí me miras inexpresiva, con tus falsos ojos azules. Tu cabello que imita al mío no se desparrama y recuerdo al fin lo que eres. Recojo tu cabeza e intento unirla a tu cuerpo sin vida, se que es una union temporal. Con el corazón no hay caso, y no quiero atravesarlo con un alfiler para unirlo a su dueña. Te devuelvo entonces a tu lugar en la oscuridad, cierro la puerta de madera blanca, vuelvo a encender la luz, ordeno las hojas rayadas desparramadas por el suelo y salto por la ventana hacia las luces amarillas guiada por una brisa helada. Me alejo de ahí para siempre.

Me alejaste de ti para siempre.

Ny.

pd: No iba a publicar esto, pero lo publiqué :o se debe a mi imposibilidad de mantenerme en silencio... y eso que la tengo pendiente hace rato. Texto nacido de mi insomnio, obvio.

♫ Mentira - La Ley

lunes, 4 de octubre de 2010

Impulso de idiotez

Le llaman* Impulso de Idiotez a molestar a alguien en extremo. A molestarlo con saña, a golpearlo, insultarlo, humillarlo o maltratarlo de cualquier forma posible con o sin justificación (en buena). Es una técnica empleada en diversos círculos, pero en este caso me referiré a los cercanos. Como todo en este mundo, el impulso de idiotez tiene reglas, aquí expongo algunas de ellas:

-La primera regla del impulso de idiotez es ser consciente hasta donde puedes llegar, así no se le pone el dedo en la llaga a nadie, y si llega a hacerlo, debe conocer a la víctima para saber si se ve afectado por el impulso de idiotez al hueso que usted le regaló con tanta bondad.
-La segunda regla consiste en la sonrisa, siempre es útil para demostrar a la víctima que usted no está actuando con verdadera maldad. Si actúa con maldad, procure camuflarla con una sonrisa convincente.
-El impulso de idiotez es más efectivo y más fácil de usar en presencia de varias personas, cuando el objetivo se encuentra solo usted debe conocerlo en profundidad para que surta efecto.
-Si su impulso de idiotez consiste en algo físico asegúrese de que su víctima sea mas débil que usted, o en su defecto, de conocer su debilidad, de lo contrario no surtirá efecto.
-Los impulsos de idiotez desmedidos y reiterados cansan.
-Evite el impulso de idiotez con personas en estado de salud delicado o debilitado, eso es sucio.
-Evite el impulso de idiotez con personas mentalmente trastornadas, seguramente usted saldrá perdiendo.
-El impulso de idiotez NO se presta para manipulaciones de ningún tipo, es un acto concreto y fortuito.
-No es una regla, pero el impulso de idiotez en ocasiones al finalizar va acompañado de un perdón. Esto depende del grado y la persona al cual se le realice. Si va a pedir perdón, siéntalo, si no lo siente, no lo haga.
-Por último, la regla mas importante: el impulso de idiotez es un contrato, al realizarlo se asume que pueda ser devuelto con igual, menor o mayor fuerza, pero al fin y al cabo, devuelto.


*Gracias a Gonzalo Morales Córdova, Victoria Konae Miyamotoi y Boris Gonzales Acosta por el termino utilizado en este texto, y por las múltiples ocasiones que me han regalado el privilegia de observar sus impulsos de idiotez.

♫ Patrick Wolf - The Libertine

domingo, 3 de octubre de 2010

Cumplimos 20

Ella habla despacio, casi susurra y hace pensar que habla consigo misma, no me mira cuando habla, no mira al resto de las personas en la habitación, ni a la ventana o alguno de los escasos objetos que llenan el espacio. Mira algo mas allá, muy lejos de todos nosotros y no puedo evitar llenarme de su presencia, porque gente como yo, se consume por personas como ella. Su oscuridad es enorme, pero a estas alturas me he acostumbrado a personas oscuras, aunque ella supera a todos los demás. Me asusta cada vez mas. Incluso ahora su frágil imagen continua grabada en mi retina, puedo verla con los ojos abiertos a la luz del día por mas que insista en alejar esa visión casi fantasmal.

Quisiera decir que la entiendo, sé que lo hago mas que el resto, pero sería injusto decir que puedo comprender algo que no he vivido. No la comprendo, aunque sus sentimientos me traspasen como si fueran propios, no sé lo que está viviendo. Ella, por completo, lo expresa todo y me consume. No sé cuanto sufre, eso mismo me angustia ¿o es su angustia?.

Le habla a mi madre, le pregunta cosas que solo entienden dos médicos, conversación de la que mi abuela y yo quedamos completamente al margen. La mirada débil continua, así como su frágil voz. La llaman, no cambia su tono a diferencia de la mayoría al hablar por teléfono, son asuntos médicos, ella jamás deja de trabajar, al igual que mi madre. Comienza a buscar un lápiz y me apresuro a sacar uno del cajón junto a la cama, se lo entrego y rozo su mano helada, entonces sonríe, y como el resto del tiempo me parece que aunque me mira, no es a mí a quien sonríe, sino a alguien muy lejos de esa habitación monocromática.

Sé que solían trabajar juntas, sé que se llevaban bien y que la pasaba a buscar luego de dejarme en el colegio, sé que mi mamá la conoció luego de que pasó la tormenta, pero sé también que sus aguas nunca se calmaron, así como las nubes que la cubren jamas se disiparon. Sé, por último, que su hija murió hace 20 años, poco antes que yo naciera. Ahora algo de esta historia me está llamando.

Ny.

Recoil