miércoles, 13 de octubre de 2010

Todo a la vez

He encontrado algo, no se si tiene algún sentido o utilidad mas que desatar recuerdos. Lo he encontrado ojeando cuadernos, deslizando mis dedos por las páginas blancas mientras intento descubrir el tacto de nuestras caligrafías mezcladas en desorden. Tacto que por su puesto, he olvidado. Paso el índice por una única línea de lápiz grafito y letra cuadrada que no logro recordar cuando fue escrita. Cambio la hoja y acaricio un dibujo de extrema simpleza a un costado de la página, lápiz grafito, trazos gruesos y confiados, es siempre el mismo autor. Ese dibujo me recuerda a una figura que está guardada, oculta a solo un par de movimientos. Sé exactamente en donde se encuentra, su aspecto, su posición, su estado actual, probablemente cubierta de polvo. Quiero alcanzarla. Pero dudo. Mis sentimientos inconexos intentan juntarse al igual que mis deseos, víctimas del mismo mal y no se si levantarme en busca del objeto o dejarlo en la oscuridad.

Los papeles y cuadernos se desparraman por el piso al ponerme de pié. La puerta está cerrada, y apenas poso una mano en la áspera superficie de madera pintada de blanco me asaltan los recuerdos. Vuelvo a dudar. Intento alejar esas imágenes pero se vuelven una enorme marejada, y yo, parada al borde de la playa no soy capaz de detener ni las mas pequeñas olas. Es demasiado tarde. Víctima de los errores, estoy de pié frente a la puerta sin poder despegar la mano de esta, alzo la otra hasta el interruptor y me refugio en la penumbra. No veo nada, excepto cuando pequeños y rápidos destellos de la luz exterior iluminan el lugar a mis espaldas, pero los ojos, así como todo nuestro ser, se acostumbra hasta las mas adversas circunstancias.

Abro la puerta despacio, como siempre emite un solo crujido violento que me parece puede ser oído incluso en el exterior. Se que está ahí, refugiada por la oscuridad, puedo sentirlo. No necesito mis ojos así que llevo una mano hasta la repisa. Se que estas ahí. Un destello artificial proveniente de la ventana abierta se cuela en el espacio oscuro, localizo su ubicación y arrastro los dedos hasta que la encuentro.

...Y la cojo en mis brazos.

Acaricio su espeso cabello negro y como tantas otras veces, le deslizo ese mechón rebelde tras la oreja. Acaricio su cintura, su rostro, sus mejillas, sus labios. Con un suspiro me acerco y le arrebato un beso que ella responde, con cierta timidez al principio, con recelo, como si me reprochara haberla mantenido en la oscuridad por tanto tiempo, pero luego la invade una inesperada confianza y despojo. Me abandono a ese momento, la música que no recuerdo haber encendido suena con suavidad y se entremezcla con caricias y besos. Ella comienza a susurrar palabras en mi oído que no encuentran sentido y deseo que se calle, o que al menos diga algo real, algo que tenga sentido, no solo palabras falsas que intenten adormecerme. Entonces sin previo aviso, el frío se cuela por la ventana y me eriza la piel ¿o es la suya?, y entonces otro destello artificial de luz amarillenta ilumina la estancia por un segundo eterno.

...Y te cojo en mis brazos.

Tu cuerpo inerte y liviano cuelga de mi, tu corazón se aleja de tu cuerpo y rueda hasta el suelo. Tu cabeza, en un mal movimiento se desprende y sigo con la vista su recorrido por la alfombra. Desde ahí me miras inexpresiva, con tus falsos ojos azules. Tu cabello que imita al mío no se desparrama y recuerdo al fin lo que eres. Recojo tu cabeza e intento unirla a tu cuerpo sin vida, se que es una union temporal. Con el corazón no hay caso, y no quiero atravesarlo con un alfiler para unirlo a su dueña. Te devuelvo entonces a tu lugar en la oscuridad, cierro la puerta de madera blanca, vuelvo a encender la luz, ordeno las hojas rayadas desparramadas por el suelo y salto por la ventana hacia las luces amarillas guiada por una brisa helada. Me alejo de ahí para siempre.

Me alejaste de ti para siempre.

Ny.

pd: No iba a publicar esto, pero lo publiqué :o se debe a mi imposibilidad de mantenerme en silencio... y eso que la tengo pendiente hace rato. Texto nacido de mi insomnio, obvio.

♫ Mentira - La Ley

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